Cada día esperamos más de la web. Cuando entramos en un site queremos que este sea atractivo, que la información que buscamos sea fácil de encontrar y precisa. Pero hay un valor que prima sobre todos los demás y es que el site esté vivo. No hay nada peor que participar en uno y ver que este no responde, que mandamos un comentario y no se modera o que mandamos un email y no se contesta.
La web debe alimentarse y respirar o muere. Aunque cualquier site tiene una increíble capacidad de trabajar día y noche por nosotros siempre necesita del factor humano. Y no se trata de ningún sesudo webmaster, ni de programadores o ingenieros, es trata de un humilde operador encargado de contestar emails, completar información o mantener las noticias del site actualizadas.
Y es que cualquier proyecto web no sobrevive solo, necesita de una persona que la mantenga y le de vida. Si esa persona no existe solo se tratará de un juguete caro que posiblemente termine dando mala imagen a nuestra empresa debido a que nadie está detrás comunicándose con nuestros clientes.
La web debe alimentarse y respirar o muere. Aunque cualquier site tiene una increíble capacidad de trabajar día y noche por nosotros siempre necesita del factor humano. Y no se trata de ningún sesudo webmaster, ni de programadores o ingenieros, es trata de un humilde operador encargado de contestar emails, completar información o mantener las noticias del site actualizadas.
Y es que cualquier proyecto web no sobrevive solo, necesita de una persona que la mantenga y le de vida. Si esa persona no existe solo se tratará de un juguete caro que posiblemente termine dando mala imagen a nuestra empresa debido a que nadie está detrás comunicándose con nuestros clientes.
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