Expectativas quiméricas o como perder clientes para siempre.

Existe una práctica comercial llama 'expectativas quiméricas' que consiste en prometer al cliente mucho más de lo que la empresa es capaz de ofrecer o está dispuesta a suministrar. El resultado final es que la empresa no puede cumplir lo prometido y entregará un producto por debajo de los requerimientos deseados.
Al final del proceso el cliente tiene un producto con unas características inferiores a las deseadas y por lo tanto insatisfactorio. Aunque la empresa puede llegar en un principio a ganar una buena cartera de clientes basándose en promesas quiméricas estos no volverán a requerir sus servicios. Además darán una mala imagen de la empresa proveedora a todos los futuros posibles clientes.
Por lo tanto y aplicando el refranero popular 'pan para hoy y hambre para mañana'.

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